jueves, 26 de febrero de 2009

Ajos a golpes de flash

Ajos
Este año he empezado un huerto, por primera vez en mi vida. En estos momentos solamente tengo ajos y cebollas de camino, ya que unos monstruos conejos comieron las coles. Esta semana pondré una valla, porque si no me comerán todo lo que tengo pendiente de plantar.

Una buena oportunidad para practicar las técnicas de strobist. Una vez establecida la apertura de trabajo (f/6.3 con ISO 400), solo era questión de jugar con las velocidades para conseguir el tono del cielo que quería. El flash era un SB600 a media potencia, y estaba situado a la izquierda de la cámara, a unos tres metros para evitar que se cayera la luz demasiado rápido.

También tenía un gel sobre el flash para adaptar el color a la cálida luz del atardecer, un 1/2 CTO, mientras mantenía el balance de blancos a luz de día.

La velocidad del obturador era 1/800. Con las cámaras profesionales es imposible sincronizar el flash a esta velocidad, pero mi vieja D50 (igual que la D70) dispone de un obturador electrónico, que, engañándola, puede sincronizar a todas las velocidades. Sería así, si hubiera conectado mi flash a través de un cable de sincronización. Pero en este caso usaba un disparador por radiofrequencia, que da un pequeño retraso en la señal. Así aún llego a una velocidad de sincro de 1/800, un y medio diafragma más que las cámaras profesionales (los demás sincronizan a un máximo de 1/200 o 1/250).

miércoles, 11 de febrero de 2009

Strobist-time

Strobist-time
Los eventos, como las bodas y los bautizos, siempre son una buena oportunidad para practicar la fotografía.

Por lo menos, si no eres el fotógrafo oficial, puedes disparar a gusto y sin estrés. Y la gente no se esconde como habitualmente, porque en estos eventos se considera normal que hay tantos flashes disparándose y cámaras apuntadas a todos que atienden la fiesta.

Strobist-time
En este particular caso, un bautizo del hijo de un amigo, he llevado la cosa un poco más lejos. Puse un flash remoto, en un pie, y disparado por radiofrequencia. La capilla (no muy lejos del altar) se convertió así en una enorme fuente de luz, debido a sus paredes blancas, como puedes apreciar en la segunda foto.

La luz ambiente venía de unos halógenos con la potencia bajada a través de un dimmer. Eso significa que la temperatura de color era mucha más baja que las lámparas de tungsteno normales. Decidí de poner un gel de corrección de color naranja CTO delante del flash, para ajustalo el máximo posible al color de la luz ambiental.

¡Lleva la cámara!

Cámara compacta
En mi último viaje, a Bélgica, mi tierra nativa, había decidido de llevar solamente una cámara bridge o puente, un poco más que una cámara compacta pero no tán sofisticado como una reflex. Básicamente tiene la misma tecnología que las compactas pero en una caja más grande, y un mayor control manual si hace falta. Ligero, sin tener que llevar objetivos diferentes ni flashes. Todo en un aparatito.


Claro, esta cámara tiene sus limitaciones. Pero, conociéndolas, es fácil de tenerlas en cuenta. Disfruté, y tanto que sí.

Pero lo mejor de todo era la reunión con mis amigos de antes. Unos de ellos no había visto en unos quince años. Los había reunido todos en la misma noche en el mismo bar.

En la barra dejamos una cámara de estas de apuntar y disparar. Todos los invitados tenían acceso libre a ella. Las fotos que hace esto tipo de cámaras no son de las mejores cuando tienes que depender del pequeño flash que tienen incorporado.


Pero las memorias y las emociones también valen.

Cámara compacta
Igual nunca serán fotos de calidad de galería, pero para mí tienen gran valor.


La moral de la historia: no dejes la cámara en casa. Vale la pena llevar siempre alguna encima. Aún que sea barata, de marca desconocida, y sin 300x zoom. Deja de ser tán pijo, yo tambíen lo he hecho. Y no piensas que sólo se hacen las fotos dignas con el último modelo de réflex. Te sorprendería la cantidad de reporteros llevan una cámara compacta consigo, y la cantidad de fotos de estas pequeñas maravillas han sido publicadas en portada.

La primera foto está tomada con una Fuji S7000 (tecnología de hace 5 años), y la segunda con un compactosaurio de 3 megapíxeles, con un objetivo sencillo y el flash de la cámara.