sábado, 19 de diciembre de 2009

El poder de un pequeño flash.

Fiesta fin de curso Peralada.
En realidad estaba haciendo de discjockey para una fiesta de fin de curso con unas 25 personas que habían participado en un cursillo de Country Line Dance con The Country Revival Farmers, en Peralada (Girona).

Pero de vez en cuando me dejaban salir de mi cueva.

Mi idea inicial era de probar hasta qué distancia podía disparar un flash a través del sistema CLS. Puse mi SB-600 (con un gel verde para igualar el color al de los fluorescentes de la sala) en la ventana del chiringuito que contenía el equipo musical, con la ventanita receptora de signales bien visible desde abajo. Pues, no funcionó... El pequeño flash incorporado de la cámara simplemente no tiene bastante potencia para llegar a disparar un flash esclavo a esta distancia. Posiblemente un SB-800 o SU-800 podían haberlo conseguido, pero uno tiene que remar con los remos que tiene a mano.

Fiesta fin de curso Peralada.
Plan B: Guardar la cámara y pinchar una canción triste Recurrir al modo manual y poner los disparadores por radiofrequencia. Según los datos técnicos y mis experiencias anteriores, la distancia de trabajo también estaba al límite de sus posibilidades, como puedes apreciar en la vista general de la (media) sala. Sin embargo, no me han fallado ni una sola vez. Supongo que tiene que ver con el aire limpio allí en el Alt Empordà, y por la tramontana que siempre está presente en la región :-)

Era la oportunidad perfecta para probar la fuerza que puede llegar a tener una flashazo de un SB-600 a media potencia. Después de unas pocas tomas de prueba, dejé la cámara a f/4, 1/80s y ISO 640 para tener un poquito de reserva para poder dejar entrar más luz en el objetivo. Pués ni hacía falta...

Fiesta fin de curso Peralada.
En esta foto puedes apreciar que a esta distancia el flash prácticamente no tiene fall-off, o caida de la luz. Esto es porque la distancia entre los sujetos era pequeña en relación con la distancia total que tenía que viajar la luz. De esta manera era posible moverme en medio de las filas sin tener que tocar los ajustes de la cámara.

Por esta distancia del flash, la luz es muy dura, eso sí. Para suavizar esto, dejé el obturador abierto durante 1/80 segundo, para permitir que entrara la luz de la sala como relleno. Esta velocidad era el límite para no captar demasiado movimiento de las personas bailando.

Total, ahora sí que me lo creo que David Hobby consigue iluminar una sala de deportes con solo unos pocos flashes portátiles.

¡Fácil!

martes, 8 de diciembre de 2009

De frutas y verduras

Zanahoria
Ya sabéis de otra publicación mía que tengo un pequeño huerto en mi casa.

No me puedo quejar: por ser un principiante en el mundo de las hortalizas no lo hecho tan mal. Los calabacines, los pimientos, las lechugas, las berengenas o los tomates no faltaron nunca en mi casa. Las cebollas y los ajos eran de los más sabrosos que he comido en toda mi vida.

Pero las zanahorias son otra historia. Aparte de los tres o cuatro zanahorias enormes normales, toda la cosecha consistía de unas raíces raras con un color a veces un poco anaranjado.

Hasta que me salió la cosa rara de la foto que, como se parece a un hombrecito, sí la encontré bastante digna para hacerla una foto.

La foto está hecha en un fondo de cartulina blanca curvada para no tener ningún horizonte, y con un solo flash disparado con ebay-trigger a través de un paraguas traslúcida.

¡Fácil!

miércoles, 2 de diciembre de 2009

¡Qué ilusión!


Hace unos meses hice unas fotos para el catálogo de El Celler de La Masia, un sitio para bodas, comuniones, fiestas, etc...

El otro día los propietarios me contactaban para decirme que participaban en Tot Nuvis, el evento más grande de la provincia para promocionar todo lo que envuelven las bodas, desde restaurantes, hasta fotógrafos, agencias de viajes, pasteleros, joyeros, discjockeys, etc... y me pidieron el permiso para usar mis fotos en el mismo. "Claro que sí," les dije después de una muy breve negociación.

Por supuesto guardaron unas entradas para mí. Ya me habían explicado un poco como sería la parada, con mis fotos impresas en carteles, y muchos bombones de chocolate y cava...

¡Pero nunca me había imaginado que las habían ampliado a tamaño real, o sea de más de dos metros de altura!

En el pasado, algunos clientes ya usaron mis fotos para alguna u otra publicación, pero ver mi trabajo ampliado hasta semejante tamaño realmente me ha hecho mucha ilusión.

Y de la ilusión se tiene que vivir ¿no? Y del subidón de autoestima también :-)

¡Fácil! ¡Impresionante!