domingo, 21 de marzo de 2010

Fotografía con nieve.

Nevada 2010
El invierno de este año ha sido de los más duros y largos que yo y mucha gente hemos visto en toda la vida. Ni cuando vivimos en Bélgica nunca tuvimos una nevada tan intensa, que nos dejó con una capa blanca de más de 40 centímetros en una tarde, acompañada con un viento fuerte.

Por supuesto nadie estaba preparado para semejante temporal, con el resultado de que nos quedamos atrapados en nuestra granja durante tres días, sin corriente eléctrica durante cinco, y sin teléfono (e internet) durante casi dos semanas.

Nevada 2010
Ya puedo oír mis amigos de allí lejos en el cálido norte, que piensan que aquí en la Costa Brava estamos todo el año tumbados en una tumbona tomando el sol. Pues nada de eso...

Sin embargo, la ventaja de este temporal era que se presentaran unas posibilades únicas para la fotografía, que a lo mejor nunca más volverán. Por sistema, siempre tengo por lo menos una batería cargada en reserva, aparte de la empuñadura que tengo para mi D90 con una capacidad de unas 3000 tomas. Y esto fue la salvación, ya que no pudimos recargar las pilas, dado que no hubo corriente.

Exponer las fotos era, como era de esperar, cuestión de controlar el histograma, mientras ajustando la compensación de exposición. Lógico, porque al ver tanto blanco, el exposímetro de la cámara tiende a subexponer la toma, resultando en un paisaje gris... Para corregir esto, conviene girar el mando hasta +1 EV, como mínimo, ¡y a veces hasta +2 EV!

Nevada 2010 Nevada 2010
Para las puestas de sol, tomé una medición del cielo, pero sin el sol en el encuadre. Después recompuse y hice las tomas con el sol. De esta manera quedaba un cierto contraste de frio/calor, o nieve/sol, con la luz misteriosa que quedaba en los últimos minutos del día.

Pocos minutos después, estabamos condenados a pasar la noche junto con una estufita de butano, y leer algún libro con la luz de unas velas :-)

¡Fácil!

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