Las cámaras digitales de hoy en día resultan muy prácticas para hacer una toma rápida de un tema, para hacer un seguimiento posterior, como por ejemplo en:
- Accidentes de tráfico: una foto puede decir mucho más de las circunstancias que mil palabras,
- Alquileres: el estado de un coche/moto/aparato/casa antes de firmar un contrato,
- Plantas: sigue el crecimiento de tu huerto, tus plantas favoritas, ...
y un largo etcétera.
En nuestro caso, era la yegua que reside en nuestra granja, que se había hecho una herida bastante grave, al intentar pasar por una puerta que no era de su medida. Resultado: medio metro de herida abierta (foto arriba-izquierda), y una operación de cuatro horas para juntarlo todo con unas cuarenta grapas de hierro macizo (arriba-derecha).
Aunque nuestra veterinaria hice un trabajo estupendo, su pronóstico no pintaba muy bien. Por el tamaño y la profundidad de las heridas, calculaba un proceso de curación de unos tres o cuatro meses, en el mejor caso, que significa que no se podía producir la más mínima infección.
Nos tocaba hacer la cura cada día al pobre animal, junto con una metralla de antibióticos e inflamatorios fuertes, reforzado con un tratamiento homeopático para reforzar el tratamiento tradicional.
Pero tuvimos suerte. Y mucha. Exactamente un mes después de la tragedia pudimos sacar la última grapa, suspendimos la medicación y soltamos la yegua en campo abierto. Ya no hubo peligro de infección, y el animal ya daba coces :-)
Y lo bueno es, que tenemos todo el proceso de la curación en foto, para chulear con el resultado que conseguimos.
La lección: hacer fotos. En formato digital no te cuestan nada. Y siempre tienes la prueba a mano.
¡Fácil!
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