De visita en casa de unos amigos, me contaron que no hicieron fotos del bautizo de su hija. Era imposible suprimir la tentación de ofrecerme para hacer una sesión improvisada.
Como esto ya era la segunda vez que fotografiaba un bebé, mi escasa experienca me decía que tenía que trabajar rápido, porque los bebés se
Pues, mientras su madre le puse el vestidito de bautizo, monté un flash en un pie, con un paraguas traslúcido. Hice algunas tomas de mi mano izquierda en la posición donde iba a estar la niña, y así tenía todo preparado cuando la modelo estaba lista. Los padres optaron para una manta naranja como fondo, buscando contraste en los colores.
Después de la toma "oficial" cambiamos la ropa de la niña por otra más informal. También cambiamos el fondo por una sábana que tenía un brillo como satinado.
El resultado por supuesto no está a la altura de Anne Geddes, para dar un ejemplo. Pero para una sesión improvisada en poco tiempo, y con muy poco equipo, tanto los padres que yo estabamos más que contentos con las fotos.
¡Fácil!
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