jueves, 23 de septiembre de 2010

Arriba con el ISO

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A veces estás en un sitio donde antes te dejaban fotografiar a gusto y de la manera que te gusta. Pero no siempre es así.

Durante esta visita al Mariposarium de Castell d'Empùries, nos dijeron que en el area de pájaros en vuelo libre, no sería permitido usar flash. Lo entiendo, porque en este momento hubo muchísima gente esperando al famoso lagarto que bajaba de su escondite, cosa que suele hacer exactamente a las cuatro de la tarde, como un reloj suizo. O cuando se le da el hambre.

La cuidadora nos avisaba que con tanta gente, y con tanto flashazo, ya se estaba poniendo nervioso. Ningún problema. Pasamos a plan B. Siempre hay que tener un plan B, ¿no?

Necesitaba tiempo para pensar. Me esperé un buen rato, hasta que la multitud de gente había desaparecido, el animal ya tenía la barriga llena, y lo tenía para mí solo. Me bajé a su nivel (o sea, tumbado en el suelo) y disparé un par de tomas cuando se giraba la cabeza hacía mí.

En mis tiempos de película (¿os acordáis de los carretes?) hubiera sido prácticamente imposible hacer fotos con esta luz, y menos con un objetivo de 200mm con una apertura de f/5.6 a esta distancia focal (a ver si un día me puedo permitir un 70-200 f/2.8 - grrr). Afortunadamente, las cámaras modernas disponen de la capacidad de aumentar la sensibilidad del sensor hasta valores que antes eran impensables. En un momento tenía la cámara a ISO 1250.

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Hasta aquí bien, pero también quería alguna foto de los pajaritos. Por supuesto, se mueven bastante más rápido que un lagarto pesado.

Resistiendo a la tentación de sacar un flash (soy buen chico, huh hum *tos*), seguía con el ISO por las nubes y hice las dos fotos de arriba, ambos tiradas a ISO 1600. Para la primera la luz aún llegaba a 1/320", pero para la otra ya tuve que bajar la velocidad a 1/80". En este último caso la suerte también ha ayudado, ya que es una velocidad muy lenta para un objetivo de 200 mm (es aconsejable usar velocidades igual o mayor que la distancia focal). Pero siempre vale la pena intentarlo. Nunca se me ha muerto ningún píxel en el intento :-)

Resultado: como trofeo, tengo este mes un lagarto gigante en mi nevera, jeje.

¡Fácil!

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